En 1947, Christian Dior lanzó su primer perfume, Miss Dior. No solo creó un elixir, también creó un frasco que se convirtió en una obra de arte que se conservaba en un estuche hecho a medida.
El decorador Victor Grandpierre diseñó expositores exclusivos para este icónico perfume, como este inspirado en la arquitectura neoclásica del Hameau de la Reine de Versalles, y otro, el mismo año, que se cubrió de terciopelo rojo y contaba con un medallón plisado de terciopelo de seda verde.
En 1952, Parfums Christian Dior lanzó una nueva edición de Miss Dior en la que el frasco tenía la forma del perro del modisto, Bobby.
Fernand Guéry-Colas diseñó el frasco con forma de perro, y se encargó de diseñar todos los frascos de Christian Dior desde 1947. Con este perro, Christian Dior rindió homenaje a los frascos de animales de la década de 1920.
El estuche donde se presentaba el perfume se diseñó como una caseta de perro con la forma de una pagoda neoclásica china en satén amarillo.
“Bobby” aparecía orgulloso con el collar “J’appartiens à Miss Dior” (pertenezco a Miss Dior), el nombre que se eligió para este perfume, aunque en un primer momento se llamó “Bobby de Miss Dior”.
Este frasco se produjo en edición limitada y numerada.