Christian Dior conoció a Christian Bérard en la década de 1920 a través de su amigo el compositor Henri Sauguet. Entre los dos hombres se estableció una profunda amistad.
Christian Dior admiraba al artista que “transformaba la vida cotidiana en algo mágico”. Le compró numerosos dibujos.
En 1947, Christian Dior le confió a “Bébé” la decoración de la primera boutique, llamada Colifichets, diseñada por Victor Grandpierre. El artista creó una decoración con Toile de Jouy, un motivo que hoy en día sigue siendo un código esencial de la maison Dior.
Tras el éxito del New Look, Christian Bérard le regaló a Christian Dior un dibujo del traje Bar delante de la fachada del número 30 de la avenue Montaigne, como amuleto de la suerte eterno para su amigo modisto.